En nuestro país se venden tres tipos de gasolina: Magna Sin, Premium y Magna Oxigenada. Estas variantes de combustibles sin plomo tienen características diferentes que van desde el precio, la cantidad de octanos, la cantidad de azufre y la cantidad de oxígeno.

Los octanos son antidetonantes que se incorporan en la gasolina con la finalidad de que el combustible no explote al momento de la compresión, sino que lo haga al momento de que la bujía mande la chispa.

Si la gasolina llega a encender en el pistón (durante la compresión) produce una falla muy característica que se conoce como “cascabeleo”, que por consiguiente provoca gasto de gasolina, pérdida de potencia y daño irreversible en partes del motor (válvulas y pistones). La gasolina Premium cuenta con 92 octanos.

La cantidad de azufre es un componente que afecta directamente a los motores y el medio ambiente. Éste se acumula al término de la combustión en forma óxido de azufre, que al mezclarse con vapor de agua se convierte en ácido sulfúrico y sulfato de hidrógeno.

Estos químicos son altamente corrosivos para el metal y pueden llegar a desgastar hasta 10 veces más rápido las piezas internas del motor que trabajan por fricción (válvulas, pistones, cigüeñal, etc.); también algunas partes externas son afectadas, como el convertidor catalítico, los sensores de oxígeno, las bujías, el sistema turbocargador, entre otras. En la gasolina Premium la cantidad de azufre es de 30 unidades.

Ojo: los aditivos parten de aceite natural que forma carbón en piezas de la cámara de combustión del motor; también las impurezas de la gasolina pueden formar este carbón. Algunos autos de importación marcan que se debe usar gasolina de 98 octanos. Hay que tener en cuenta que la especificación R.O.N. o M.O.N. marca un rango de 92 a 98 octanos, es decir que no se ocupa ningún aditivo para aumentar el octanaje de la gasolina.