• Un grupo de 12 personas conformado por (9 hombres, 2 mujeres y 1 niño) emprendieron el viaje desde, la playa brisas del mar, ubicada al este de Cuba, con destino a Cayó Hueso, Florida, Estados Unidos, un viaje de 145 kilómetros por alta mar.

Un camión Chevrolet 3,800 del año 1951 fue modificado, con tambores de plástico de 200 litros a su alrededor, una hélice conectada a la barra del cardan, doble fondo sellado, bombas eléctricas y doble tapa para el motor, entre otras modificaciones, el “camión balsa” alcazaba una velocidad de 20 kilómetros por hora. El costo de las modificaciones se calculó en 2 mil dólares, unos 33 mil 600 pesos mexicanos.

Sin embargo, el final fue triste. A poco tiempo de salir el camión de Cuba, los aviones rastreadores norteamericanos ya los habían detectado. Sin embargo, el camión seguía avanzando. Era de un verde intenso que contrastaba con el azul del mar caribeño. Y aún más, con una lona amarilla sobre ese inmenso caimán con la imagen de (tucán gigante) que se movía lentamente. El conductor hasta iba fumando un puro. Los demás parecían contentos de que la guardia cubana aún no se hubiera enterado de su escapada ni de su ingenio. Iban “camión en popa” sin problemas.

Al llegar a aguas norteamericanas el día 16 de julio de 2003, fueron detenidos por oficiales de migración y deportados a Cuba, el “camión balsa” tuvo un final igual de triste ya que fue hundido por las autoridades de aquel país.

La historia del ingeniero cubano Luis Grass Rodríguez que realizó las modificaciones al “camión balsa” no paro hay, ya que 7 meses después fue detenido nuevamente en aguas estadounidenses pero en esta ocasión en un “auto balsa”, modificado a partir de un Buick 1979.

El joven explicó que el plan de escape se mantuvo en absoluto secreto en los días previos a la partida, mientras se adaptaba el auto al que, entre otras cosas, se le añadió una proa. «Se hizo un buen trabajo de adaptación, se mantuvo el motor original con toda la mecánica y las puertas se sellaron herméticamente.» en esta ocasión la tripulación era de 11 cubanos.

La embarcación había sido interceptada a sólo 16 kilómetros de la costa de Estados Unidos, que había sido hundida y que sus tripulantes habían comenzado a ser repatriados. «El automóvil balsa es por si solo, un símbolo de la tragedia del pueblo de Cuba por escapar de la opresión». El Buick 1979 corrió la misma suerte que el camión Chevrolet de 1951. También fue hundido por los uniformados y el ingeniero fue llevado a prisión.