Hace unos días atrás se cumplieron treinta años del debut de Michael Schumacher en la Fórmula 1. En eFecto sue1o le vamos a rendir un homenaje tal como se lo merece y además te contamos sobre el inmenso legado que le dejó a la categoría
Definitivamente el nombre de Michael Schumacher está asociado a la historia grande de la Fórmula 1. No solamente por sus siete títulos conquistados (dos con Benetton en 1994 y 1995 y cinco con Ferrari en las temporadas 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004) sino también por haber hecho resurgir de las ruinas a Ferrari y por haber puestos los cimientos en la escudería Mercedes.
El piloto alemán no la tuvo fácil en la categoría pese a su inmenso talento y a su gran capacidad de trabajo. En la lluvia manejaba como los dioses y en pista seca era famoso por hacer varios stints ultrarrápidos durante las carreras para sacar ventajas sobre sus oponentes.
Difícilmente estos podían seguirle el ritmo. Por ello se debe valorar más a los campeonatos conseguidos por Mika Hakkinen y por Fernando Alonso. A Schummy no lo pudieron parar ni con el cambio reglamentario del 2003 diseñado únicamente para frenar a Ferrari.
Un inicio de ciencia ficción
Ya todos conocemos la historia por la cual Michael entró en la Fórmula 1 por la ventana en 1991. Un juez londinense demasiado riguroso de su trabajo condenó a dieciocho meses de prisión al piloto de Jordan Bertrand Gachot (tras una apelación por parte de su abogado la condena se redujo a dos meses en prisión) y por ello el inefable Eddie Jordan (todo un personaje de la categoría) salió a buscar un piloto desesperadamente para reemplazarlo hasta que se topó con Willy Weber, representante del joven Michael Schumacher.
Mercedes pagó su prueba en Jordan en el circuito de Silverstone para que el alemán corriese en el equipo irlandés. Esa inversión le daría a los teutones pingües beneficios unos cuantos años más tarde…
Ya sabemos que nunca había corrido en Spa pese a las mentiras de su representante Willi Weber. Por eso el jueves previo a la carrera Schummy sacó su bicicleta plegable del baúl del auto y comenzó a recorrer el trazado.
¿El resultado? Largó en el séptimo puesto con su Jordan 191, su estadía en el equipo de Eddie duró apenas un kilómetro (lo que aguantó ese endeble embrague) y Flavio Briatore se lo llevó a Benetton donde ganaría dos títulos. Todo eso en un par de semanas.
Su legado en Ferrari…
El Kaiser no es solamente los siete títulos conseguidos en la categoría, eso es algo muy lindo pero que queda únicamente para las estadísticas y para su legión de seguidores. Indudablemente es uno de los mejores pilotos de la historia pero sus mayores aportes a la Fórmula 1 fueron levantar de las cenizas a Ferrari y convertir en un equipo grande a Mercedes.
A los italianos les devolvió la grandeza que supieron tener en otras épocas y para ello se ordenó el equipo hacia dentro de una manera totalmente inglesa y menos italiana. El caos, el desorden y la improvisación fueron dejados de lado y reemplazados por el orden, las certezas y la planificación. Menos italianidad (esa que tanto amamos) y más rigurosidad inglesas y alemanas.
Y los resultados fueron incuestionables más allá de las complicadas temporadas 1996, 97, 98 y 99 cuando se fue afuera en Silverstone y se estrelló contra el muro de cubiertas de Stowe que le significaron fracturas varias en la pierna derecha.
Ferrari ganó siete Copas de Constructores entre 1999 y 2008 y sus pilotos consiguieron seis campeonatos, los cinco de Schumacher y el del 2007 de Kimi Raikkonen cuando la estructura de la casa italiana aún estaba influenciada por la era Schumacher.
… Y en Mercedes
En el equipo alemán pagó la deuda que mantenía con la casa de Stuttgart diecinueve años después. Todos sus conocimientos adquiridos en la Fórmula 1 en Benetton y en Ferrari sirvieron para sentar las bases del equipo sólido, exitoso y ganador que es Mercedes hoy en día. Michael les enseñó a sus mecánicos, jefes e ingenieros a pensar como equipo grande y dejar de hacerlo como uno mediano o chico. Esa transformación psicológica aplicada por el Kaiser aún sobrevuela en Brackley.
Él les enseñó a trabajar como lo hace un equipo top. Toda la experiencia acumulada en Ferrari (logró cinco títulos de pilotos y seis de constructores con la mítica casa italiana) la volcó en el equipo liderado por Toto Wolff que aún en la actualidad sigue aprovechando esos conocimientos para el equipo de Brackley.
Un presente inquietante
Todo venía de maravillas en su vida para el heptacampeón hasta ese maldito 29 de diciembre de 2013 cuando tuvo el accidente en Méribel que lo dejó en recuperación hasta la fecha. No se sabe nada de su actual estado de salud ya que su manager Sabine Kehm y su esposa Corinna Bestch mantienen total hermetismo al respecto.
Pasaron treinta años del debut de Michael Schumacher en la Fórmula 1 y su influencia aún está dentro de la categoría mientras su mito se agranda merecidamente minuto a minuto. Solamente nos queda agradecerle por los momentos vividos y desearle una pronta recuperación. Keep Fighting Michael.
Información: efectosue1o.com.ar
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