El término maniobrabilidad en el ámbito del automóvil se refiere a la facilidad que permite un vehículo para ser manejado. Esta característica es importante cuando se trata principalmente de conducir en la ciudad.

Lograr una buena maniobrabilidad en un vehículo depende de varios factores. Algunos vehículos no reúnen todos ellos y solo son medianamente maniobrables.

Características del auto

  • Auto chico: el auto chico recorre más fácilmente una curva y tarda menos tiempo, también reduce significativamente las fuerzas “G”.
  • Peso equilibrado: un auto con el motor y caja de velocidades lo más cercano al centro del vehículo reduce la “inercia” del auto al arrancar, parar y cambiar de dirección.

Tipo de equipamiento

  • Trasmisión estándar: este tipo de trasmisión suele ser más rápido al arranque debido a que se tiene mayor control del “corte del clutch” y se puede arrancar a bajas revoluciones y obtener un empuje fuerte.
  • Dirección asistida: este sistema nos ayuda a girar el volante con mayor facilidad, ya sea dirección hidráulica, dirección electrónica o dirección electrohidráulica.
  • Pedales hidráulicos: el líquido tiene menos resistencia a la presión, brindándote en los pedales mayor suavidad, rapidez y eficacia.
  • Frenada firme: es indispensable contar con frenos potentes y en buen estado, ya que esto nos da confianza y seguridad en la conducción.
  • Neumáticos angostos: las llantas delgadas tiene una excelente respuesta al cambio de dirección, lo hacen rápidamente debido a que la superficie que esta en contacto con el piso es mínima, también desplazan bien el agua al momento de cruzar un charco de agua.

Ventajas mecánicas

  • Radio de giro: es la capacidad de un vehículo para dar la vuelta en menos espacio. Esto depende de qué tanto doblan las llantas al girar el volante; los autos que menos espacio necesitan para dar una vuelta en “U” lo hacen en 4.8 metros (a menor “radio de giro”, mayor maniobrabilidad).
  • Trasmisión FWD: los autos con sistema de trasmisión delantera responden más rápido al arranque debido a que el peso del motor provee de más agarre a las llantas delanteras, que son las que llevan la tracción.
  • Suspensión dura: la suspensión dura reduce significativamente la “oscilación” del vehículo en movimiento y no retrasa el tiempo de respuesta.
  • Arranque rápido: esto depende del torque del motor, que no es lo mismo que la potencia del motor (h/p). El torque se refiere a la facilidad y rapidez de arranque del vehículo y no de la fuerza con la que lo hace (a mayor “torque”, mayor maniobrabilidad).

Como podemos observar, la maniobrabilidad de un vehículo depende de muchos factores, todos enfocados a la rapidez, suavidad, facilidad y seguridad. Si esto lo complementamos con la técnica de manejo defensivo el desempeño sera mejor.