Los vehículos flexibles, también llamados de dos combustibles, tienen un motor de combustión interna con la capacidad de funcionar con dos diferentes tipos de combustible. En un principio estos autos no aceptaban la mezcla de los dos combustibles y contaban con dos depósitos de combustible.
El primer auto flex conocido fue el Ford modelo T, que cuando salió al mercado entre 1908 y 1927, contaba con una versión que funcionaba con gasolina, etanol o la mezcla de ambos en cualquier proporción.
Los primeros autos flexibles utilizaban como combustible gasolina y gas lp. Actualmente admiten otro tipo de combustibles como gasolina y etanol. También se les ha instalado un software que detecta el tipo de combustible o si es una mezcla de combustibles, sin importar la proporción. Dicho software hace los ajustes necesarios para realizar la combustión correctamente, a diferencia de los autos híbridos.
Hasta el momento, los vehículos disponibles con los combustibles más prometedores para el futuro ecológico automotriz son los autos eléctricos, autos con biodiésel, autos con celdas de combustión de hidrógeno y autos solares.
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