HISTORIA Y EL AUTOMÓVIL
Los semáforos son los dispositivos encargados de organizar el tráfico de vehículos, y en ocasiones de peatones, mediante un conjunto de luces de tres colores automatizados que se encuentran generalmente en intersecciones. Su uso inicial fue náutico, después ferroviario, más tarde automovilístico y por último peatonal.
Los primeros artefactos de señalización náuticos eran columnas de piedra operadas por una persona que emitía señales por medio de banderas de colores, humo o fuego.
El inventor del semáforo moderno fue el ingeniero ferroviario inglés, John Peake Knight, quien instaló un semáforo de gasolina rotativo sobre una columna metálica a seis metros de altura, operada por un oficial de policía. Este semáforo contaba con dos luces, una roja y una verde. Este acontecimiento sucedió el día 9 de diciembre de 1868, en Londres; el semáforo se colocó poco antes de llegar a la Cámara de Comunes del Reino Unido, en el actual cruce de las calles Bridge y George.
A poco menos de un mes, las lámparas de gasolina explotaron y mataron al oficial operador. La idea no fue descartada, sólo fue prohibido el uso de gasolina o gas para hacerla funcionar.
En 1910 Earnest Sirrine retomó la idea y automatizó el semáforo con electricidad y le incorporó letreros (proceed, stop). En 1920 William Potts le agregó la luz ámbar en EE. UU.
En México fueron instalados los primeros semáforos ya automatizados en 1930. En la actualidad la mayoría de los semáforos utilizan iluminación led, manejan flechas de colores y algunos tienen controlador manual cronometrado para que el peatón o ciclista pida el paso.
No todos los países utilizan semáforos con los mismos símbolos, pero mantienen el significado de los tres colores. En la antigüedad, el primer color que se usó fue el rojo (que significa peligro) cuando un puerto era atacado y representaba que habría fuego y sangre, así que un barco no debería anclar.
Aún no hay comentarios